A finales del mes de enero del 23 hemos ido, los senderistas habituales, a la laguna de los Tollos, que está muy cerca de El Cuervo, pueblo que tiene unas calles que pertenecen a la provincia de Cádiz y el resto del municipio pertenece a la provincia de Sevilla.
Nos dirigimos en coche hacia Guadalcacín y luego hacia Nueva Jarilla. Entramos en un camino de tierra que va paralelo a la autopista AP4. dejamos el coche próximo a la estación de servicios el Cuadrajón. pero no por la autopista, sino por el camino lateral. emprendimos la marcha a pie. En algunas zonas el terreno estaba algo húmedo debido a las recientes lluvias, pero se podía caminar perfectamente. Este camino está catalogado como “camino de Santiago”, estando señalizado con la característica concha de vieira. Es el camino antiguo mozárabe. El que une el Sur con el norte y en Astorga se une con el camino francés.
Marchamos tranquilamente, solo molestados por el ruido de los vehículos que pasan por la autopista. Hacía un día soleado, pero con viento del norte, fresquito.
En una parte del camino vimos que estaban floreciendo lirios y azucenas silvestres, debido al buen tiempo que tenemos.
Íbamos por la parte derecha de la autopista, en dirección Sevilla, pero al llegar a un punto el camino terminaba y pasamos por un túnel, debajo de la autopista a la zona izquierda.. A esta parte se encuentra una enorme finca de Barbadillo, sembrada de viñas y cereal. Caminamos hasta la carretera que une El Cuervo con Gibalbin. Allí, a poca distancia se encuentran la laguna de los Tollos y el Parque “Rocío de la Cámara” (este nombre es el de la hija del ganadero que cedió esos terrenos al municipio de El Cuervo, después de la construcción de la autopista. cedió estos terrenos para esparcimiento de habitantes de esa localidad. Allí han construido la ermita de la Virgen del Rosario)
Cerca de la ermita, en una mesa preparada para las romerías, nos sentamos a comer lo que llevábamos en nuestras mochilas. Descansamos y luego emprendimos el camino de vuelta. Ya empezaba a hacer frío. Nos calentamos las manos en una barbacoa que había encendido un extrajero que preparaba allí su comida. Miramos la Laguna, que ya tenía bastante agua, aunque no estaba llena del todo.
En el camino de vuelta nos cruzamos con un peregrino. Charlamos un rato con él. Era de la Rioja. Ya había hecho el camino de Santiago, el camino francés, y ahora había emprendido el camino del Sur. Había empezado enn Gibraltar, llevaba unos veinte días caminando. Calculaba que tardaría unos setenta días en llegar a Santiago. Aquella noche pensaba dormir en El Cuervo, al día siguiente llegaría a Lebrija. Me sorprendió que iba solo, comenté con mis compañeros que era un peligro ir solo, por cualquier contratiempo que pudiera surgir.
Continuamos nuestra marcha deseándole buen camino al peregrino.
Llegamos donde teníamos el coche y emprendimos el viaje a nuestra casa. En Nueva Jarilla nos paramos a tomar un café en el bar María. Además del café allí compré una bolsa de naranjas navelinas y mis compañeros de senderismo sendas bolsas de aguacates,
Seguimos viaje y llegamos a Jerez.
