martes, 9 de febrero de 2010

INMIGRACIÓN EN ESPAÑA: CRUCE DE CULTURAS

TRABAJO PRÁCTICO DE: INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA 
 LICENCIATURA EN DERECHO-UCA 
1ª. PRIMER CURSO 
AUTORES/AS: PAYÁN BAREA, LUISA 
 ALBA PERALES, MANUEL
 JORGE REBOSA, MANUEL
 AÑO: 2009

 1. RESUMEN:
 Empezaremos por las dificultades y posibles pugnas internas que pueden tener los adolescentes de primera generación de inmigrantes entre la nueva sociedad en la que se desenvuelven y viven y los valores interiorizados pertenecientes a su grupo familiar y a su cultura de origen.

 Continuaremos analizando las influencias culturales en los aspectos gastronómicos de los grupos de inmigrantes que actualmente vienen a España, los más numerosos: marroquíes, rumanos, ecuatorianos y chinos.
 La intercomunicación con la cultura gastronómica española.

 PALABRAS CLAVE: Inmigración, adolescencia, identidad, socialización, gastronomía 

 2. ÍNDICE:
 1.-Extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor 1ª PARTE.
 2.- Adolescencia e inmigración: Crecer en cruce de culturas 2ª PARTE
 3-Rasgos culturales gastronómicos de las culturas de marroquíes, rumanos, ecuatorianos y chinos
 3.1. gastronomía Rumana, Platos típicos 
 3.2.- gastronomía china. Platos típicos 
 3.3 gastronomía marroquí. Platos típicos
 3.4-Gastronomía típica de Ecuador
 4.- Análisis y conclusiones: individuales y de grupo
 5.- Bibliografía y webgrafía

 1.-Extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor según nacionalidad y régimen de residencia.
 Variaciones numéricas. Ambos sexos 30-06-2009
 Total Régimen General Régimen Comunitario
 AMBOS SEXOS TOTAL 4.625.191 2.503.818 2.121.373 EUROPA COMUNITARIA 1.773.772 - 1.773.772 Rumanía 700.618 - 700.618 RESTO DE EUROPA 132.370 114.139 18.231 ÁFRICA 967.617 918.787 48.830 Marruecos 748.953 719.693 29.260 IBEROAMÉRICA 1.431.357 1.178.938 252.419 Ecuador 442.114 416.939 25.175 AMÉRICA DEL NORTE 20.159 10.370 9.789 ASIA 290.190 274.881 15.309 China 148.253 145.932 2.321 OCEANÍA 1.890 817 1.073 Apátridas y No consta 7.836 5.886 1.950 No consta el sexo * 6.363 4.164 2.199 Fuente: Gobierno de España: Ministerio de Trabajo e inmigración. En esta tabla observamos que existen actualmente en España 4.625.191 emigrantes de todas las partes del mundo, con permiso de residencia. Vamos a centrar nuestra investigación en los colectivos más numerosos: Marroquíes 748.953, Rumanos: 700.618, Ecuatorianos 442.114 y Chinos 148.253. Del total de la población inmigrante el 53.60 % son hombres y el 46.40 % son mujeres. Por edades el mayor tramo lo representan personas comprendidas entre 20 y 50 años. Menores de 16 años son el 13.56 % y. tan sólo, un 3.74 % representa las personas de 65 o más años. 1ª PARTE. 2.- Adolescencia e inmigración: Crecer en cruce de culturas Del importante porcentaje de inmigrantes menores de 16 años que viene o han nacido ya en España, vamos a centrar nuestra reflexión sobre los adolescentes de primera generación, los cuales, además de estar pasando la crisis de identidad propia de todo adolescente, se enfrenta a una cultura nueva. En un mundo global como el actual, uno de los importantes retos para la sociedad occidental es asumir modelos internos de identidad que faciliten la convivencia entre personas procedentes de distintas culturas. Y para conseguirlo es fundamental el convencimiento de que la diversidad y el mestizaje enriquecen substancialmente a la sociedad de acogida. El adolescente que llega con sus padres de otros países, de otras culturas, o que ha nacido ya en nuestro país, se encuentra en periodo natural de cambios: cambios físicos, ya piensa en sí mismo y en el mundo que le rodea, descubrimiento de la sexualidad, sentimiento de libertad, es decir, estás tratando de encontrar su propia identidad. Se pregunta a sí mismo quién es, y quién le gustaría ser. Se trata de una tarea personal y social. Le es fundamental saber qué mirada tiene el otro sobre él y cuál es la imagen social que quiere ofrecer. En la búsqueda de esa identidad se produce una gran contradicción: por una parte, trata de establecer diferencias frente a los demás; y de otra, no rechaza la posibilidad de establecer comunidades que le permitan superar el miedo, el rechazo y el abandono. El adolescente necesita sentirse “perteneciente a un grupo”, que le permite cubrir dos necesidades básicas: paliar el miedo al aislamiento y definirse a sí mismo a partir de las características definitorias del grupo. De maneras que la identidad le permite al adolescente no sólo establecer aquellos valores, metas y creencias personales, sino también, le permite sentirse miembro de un grupo. La construcción de la propia identidad es común tanto para los adolescentes autóctonos como para los de origen inmigrante. Pero el adolescente inmigrante tiene que hacer frente a retos específicos. Se ve inmerso en un doble proceso: por un lado, los cambios característicos de la adolescencia; por el otro, la coincidencia con la adaptación a la nueva cultura, a la cual también se ven obligados sus padres. El grupo familiar, con el conjunto de valores, normas, tradiciones y costumbres, es el primer grupo de vivencia del adolescente, en principio, el hecho de la inmigración, no ha de representar la ruptura con las creencias, actitudes, sentimientos y valores instaurados desde la infancia. Más bien el adolescente necesita “reencontrarse” con esas creencias y valores para “resituarse” ante las mismas, y, tal vez, cuestionarlas, matizarlas, ampliarlas. La proximidad y afecto familiar son esenciales. Los padres ejercen un rol fundamental. El adolescente de primera generación se encuentra con la necesidad de responder cómo “interioriza su identidad cultural”, entendiendo ésta como un aspecto de su identidad social. Supone un cierto grado de concienciación sobre el grupo cultural al que pertenece desde su ancestro común. Elemento importante en este proceso será la capacidad de la familia para generar un “tiempo de transición”, para resolver las dificultades generadas por el choque de la cultura de referencia, con el nuevo mundo cultural que se abre ahora adolescente. No olvidemos que muchas familias animarán a sus hijos a que se adapten a las nuevas costumbres de la sociedad de acogida, especialmente a que dominen la lengua, como manera de facilitarles la integración, pero a la vez ejercen presión para que conserven sus raíces culturales. El hecho de que un adolescente de primera generación haya crecido en un ambiente donde impera la tradición, el linaje y la importancia a los valores de la sociedad del origen de los padres, puede acarrearle momentos de confusión y culpabilidad al verse en la realidad cotidiana (escuela, amigos, medios de comunicación) que le orientan hacia formas societarias diferentes, que debe reconstruir y elaborar, a veces, con la oposición de sus padres (Ej.: utilización del velo por las musulmanas). Bajo la amenaza de traición y rechazo a sus costumbres. Crecer en un cruce de culturas no es tarea fácil, máxime cuando una de ellas, la de acogida, se sitúa en una posición de poder, y tiende a reducir los elementos culturales originarios del adolescente de primera generación. He aquí el gran reto de la población nacional: aceptar la diversidad más allá del estereotipo o del folklore. Concluimos: en la encrucijada entre adolescencia e identidad cultural se pueden producir movimientos erráticos y contradictorios, en cualquier adolescente –también en los de primera generación- pero a través de la variedad de posibilidades de socialización secundaria, el adolescente toma contacto con la variedad de posibilidades identitarias y puede tomar unas y rechazar otras. Para mantener esta transición, que supone la adolescencia, de forma saludable, es importante sostener las necesidades emocionales básicas de todo adolescente, que son las mismas, más allá de la cultura de referencia. La cultura en la que cada uno nace y crece ofrece un marco de referencias emocionales adecuadas para relacionarse, sin embargo, más allá de ese marco de referencias emocionales particular de cada cultura, las necesidades básicas del ser humano pasan por las necesidad de sentirse aceptado y respetado por la mirada del otro. Si el adolescente inmigrante se siente como “fuera de lugar” le puede resultar humillante: se vive en una situación de un lugar ideal donde uno es rechazado por razón de nacimiento. Por eso, resulta muy importante que la sociedad de acogida mantenga un discurso claro de flexibilidad y confianza en la diversidad y el valor de “cruce de culturas” como una oportunidad para el enriquecimiento individual y social. 2ª PARTE 3-Rasgos culturales gastronómicos de las culturas de marroquíes, rumanos, ecuatorianos y chinos. Si prestamos algo de atención a los estantes de los grandes supermercados observaremos una gama de productos alimenticios nuevos, que hace un década no aparecían: yuca, mandioca, tamarindo, mango… y otros muchos condimentos y salsas, hasta ahora desconocidas. También he observado algunos estantes de carnicería con letreros en árabe (indicativos de que no se trata de carne de cerdo). Todo esto es nuevo. Consecuencia de la inmigración. Cómo los supermercados adaptan su oferta a la demanda de los ciudadanos inmigrantes. Pasaremos a continuación a hacer un recorrido por la gastronomía de estos países, tratando de encontrar puntos de conexión con nuestra gastronomía. 3.12 gastronomía Rumana, Platos típicos La variedad gastronómica es grande y en cada región encontramos platos exquisitos, especialidades deliciosas y variadas con el carácter del lugar, con muchos caldos y sopas, cremas de verduras y muchos preparados de carne y también postres deliciosos. "Aperitivo " - Son diferentes tipos de comidas, bien ornamentadas y deliciosas, pueden llevar chorizo, tomate, aceitunas, berenjena con mayonesa casera, quesos, pimiento, pateé, "slanina o sunca" (se parece al bacón y puede ser ahumado), huevo relleno con pateé y mantequilla, etc. "Ciorba de Perisoare"- es un caldo que lleva diferentes legumbres, unas bolitas de carne picada con especias y "bors" (un ingrediente agrio) que da un sabor delicioso a la comida. "Ciorba de Burta"- caldo cremoso que lleva más ingredientes, callos y carnes de ternera, yogur natural, huevos y especies, ajo y vinagre. Se sirve con una guindilla y con "smântâna" (una salsa cremosa derivada de la leche). "Sarmale"- Es un plato típico, que se sirve de fiestas y en otras ocasiones y son rollitos de carne en hojas de col u hojas de viña, y van acompañados de "mamaliga" (es una especie de polenta) y "smântâna". "Fasole cu Costita"- Es un cocido de alubias con costillas de cerdo ahumadas, muy apreciadas en invierno y bien acompañado de "muraturi"- legumbres conservadas en estilo casero (pepinillos en vinagre o col y tomate verde en sal). "Tocanita y Tochitura"- Es un estofado de carne con legumbres, cebolla y/o especias. La tochitura lleva además hígado y/o riñón de cerdo. Pescados- "Saramura de Crap" - carpa a la parilla en la salmuera, "nisetru la gratar" - esturión a la parrilla. "Mici o Mititei"- Son rollitos de carne picada, con ajo y condimentos especiales, normalmente hechos en la parilla o barbacoa, se sirve con mostaza. "Bulz" - Es un plato que lleva huevos, "brânza de burduf" (un queso especial), mantequilla y "mamaliga". Postres - "Papanasi, Cozonac, Chec, Clatite, Gogosi, Corn, etc" Bebidas: Bebida tradicional tomada normalmente con los aperitivos es "tuica" (tsúica) es una especie de tequila o aguardiente de ciruelas que varía en la fuerza y sabor según el área de la producción (en Transilvania y en norte es más fuerte). Los vinos son excelentes. Zonas con buena cultura de vinos son Cotnari, Murfatlar, Târnave, Dealu Mare, etc. (Rumanía esta entre los 10 importantes productores de vino del mundo). Más que postre - tradición y mito: "Mucenici" Es un postre hecho en casa para celebrar el día 9 de marzo, que en la religión ortodoxa es el día de los 40 aprendices de Jesús. "Coliva" El postre de los muertos, por decirle de alguna manera es una mezcla deliciosa de cereales cocidos con azúcar y nueces, adornados con formas de cruz y que se come en el día de todos los santos. El mito dice que se hace la "coliva" en el Día de Todos los Santos, para que de esta forma, se alimenten las almas de los seres perdidos (muertos). La cultura gastronómica rumana no tiene diferencias sustanciales con la nuestra. Es una cultura basada en el trigo, aceite y vino. Cultura gastronómica mediterránea. No supone grandes problemas de adaptación a la gastronomía del país de acogida. Hago notar, como ese postre llamado “coliva” que se degusta en la fiesta de todos los Santos, es equivalente a muchas partes de España, donde también se consumen dulces, en recuerdo de los muertos, como los famosos “huesos de Santo”. Por mi tierra, Extremadura, había la costumbre de tocar todo el día las campanas a duelo, y se comía un maridaje hecho con higos secos introduciendo en su interior bellotas peladas. Era el día de la “saquitía” Creo que esta costumbre antigua se habrá perdido ya, con la influencia anglosajona de los terroríficos disfraces. 3.2.- Gastronomía china. Platos típicos El arte culinario chino tiene mucha historia y fama mundial. Es variable dependiendo de las zonas, climas, productos y costumbres. A la hora de comer, en la mesa se disponen tres vasos: uno grande para el agua o cerveza, otro mediano para vino blanco o tinto y otro pequeño para el licor popular de China Mao-Tai, que se fabrica a basase de sorgo. El Wang Chao es una bebida tradicional que se bebe antes de una comida tradicional, las cuales se preparan a base de sopa de aleta de tiburón, ganso en salsa de soja, sopa de nido de golondrina, platos de pollo y fideos especiales. Hay cuatro estilos gastronómicos principales en China: Guangdong: usa productos frescos de río o de mar, también aves, insectos, ratones serpientes. Algunos platos típicos: serpiente y gato, serpiente, gato y pollo, lechón con crujiente piel, etc. Shandong: cocina afina, hábil en guisar productos marinos frescos: Mejores platos: holoturia y cebollitas, huevos de calamar, ovario de cangrejo, aletas de tiburón, pollo asado, semillas de nuez con leche, etc Sichuan: cocina de sabor picante y raro. Platos típicos: carne picada con aroma de pescado, cuadritos de carne y maní, cuadritos de pollo con sabores raros, queso de soja picante, etc. Huaiyang: usa productos vivos y frescos y pone cuidado en sabores suaves, en la forma y color del plato. Platos típicos: pollo del mendigo, pescado mandarín agridulce, rodajas de pollo con bambú tierno, pato salado, pescado al vapor, etc. También hay ciertos estilos especiales: Estilo de palacio: imitación de la cocina imperial, utiliza ingredientes finos, sabores frescos y suaves, los platos son de nombres elegantes, servidos de manera especial. Estilo vegetariano: sus platos se preparan con hortalizas, frutas, hongos, queso de soja y aceite vegetal. Estilo medicinal: basándose en la medicina china se han desarrollado una serie de platos como la crema de pollo con bulbo de lilia, camarones con polvo de perla, la carpa de Sichuan, el pato en salsa, empanada de carne picada con poria, etc. Estilo musulmán: propio de las minorías étnicas que viven en el noroeste de China y tienen fe islámica. Los platos son realizados con carne de oveja, de muy distintas maneras. También presenta la cocina china una gran variedad de bocadillos que se preparan a base de arroz, en el sur; y de trigo en el norte. Los mejores bocadillos del norte son: empanadita Shaomei, cono Aiwowo, crema de frijol, empanada Guobuli…, y los del sur: empanadita de ovario de cangrejo, pastel con semillas, empanada de cinco semillas, ravioles de carne de cangrejo, bolitas de arroz. Como podemos observar una variadísima cocina. De tal manera que los muchos restaurantes chinos que hay por el mundo han tratado de llevar a cada sitio, pero siempre adaptándose, en parte, a los productos se ingredientes y especias propias del lugar donde se instalan. Igual ocurre en España, donde, desde hace bastantes años, hay restaurantes chinos. De tal manera que es sumamente difícil encontrar en un restaurante chino auténtica comida china. Uno de los platos, que tan vez haya pasado de la cocina china, a la gastronomita nacional sean los famosos “rollitos de primavera”, que son elaborados en cualquier cocina española. “Las salsas agridulces” podrán también provenir de allí, creo que ya se empleaban en la cocina árabe, aunque los árabes la tomaran prestada de la cultura milenaria china, llegando a nosotros por ese camino, igual que otras muchas recetas. En cuanto a la integración social de la comunidad china en España es de difícil solución, puesto que forman unas comunidades muy cerradas en sí mismas. A parte de sus negocios de restaurantes, y últimamente de bazares, se relacionan poco con los autóctonos. Eso sí, suelen pasar desapercibidos, no se meten en líos, van a lo suyo. De mi experiencia con alumnos adolescentes chinos, que recibimos en el Instituto donde ejercía mi labor profesional –antes de jubilarme- debo de decir que fueron tres: primero dos chicas, que no sabían nada de castellano, fueron colocadas en el aula que correspondía a su edad. Pero fue imposible que se relacionaran con otras chicas españolas, siempre iban juntas y solas, por más que encomendamos a un grupo de alumnas españolas que las acompañaran y trataran de introducirlas en su grupo. No fue posible, porque al cabo de unos meses, desaparecieron del Instituto, dejaron de venir, no sabemos por qué. Tampoco pudimos contactar con sus familiares. El tercero, fue posterior, un chico, de quince años, que llegó también sin hablar una palabra de español. Lo colocamos con un grupo de cinco o seis chicos españoles del Programa de Diversificación curricular de 3º ESO, encomendándole que no lo abandonaran y lo integraran en su grupo. Con “Chin”-como le decían cariñosamente sus compañeros- dio resultado. Las primeras relaciones de entendimiento con los otros alumnos se produjeron, a los pocos días, con el ajedrez. Con ese lenguaje universal se entendía con los otros, y también con las TICs –los juegos en los ordenadores de la biblioteca sirvieron para irlo integrando. Por otra parte, inmediatamente empezó a asistir a clases especiales donde lo prioritario era el lenguaje. En seguida empezó a decir algunas palabras, las primeras que aprendió fue a decir “gracias” y algún que otro “taco”. Siempre que me cruzaba con él por los pasillos le decía:”hola”, al principio no me contestaba, pero pronto supo lo que significaba y él también me contestaba. Este chico ha continuado en el instituto y se ha integrado perfectamente con toda la comunidad educativa. Hace unos días hice una visita al Instituto y me encontré con él, me saludó cariñosamente. Creo que su proceso de socialización secundaria, en el país de acogida, se ha logrado, tal vez a costa de la pérdida de sus rasgos culturales identitarios. 3.3 Gastronomía marroquí. Platos típicos La cocina marroquí evita utilizar el picante, prefiriendo los aromas más suaves. Los grandes cocineros del mundo afirman que para obtener un sabor perfecto, no se debe exceder ningún ingrediente en particular. CUS-CUS: Es una pasta de sémola, harina de trigo, que conforma el plato tradicional de los países del Magreb. Sus combinaciones al cocinarlo son infinitas. El cus-cus se cocina al vapor en todos sitios, pero varían sus ingredientes según el país o la zona. Las variantes son las siguientes: Cus-cus de carne: ternera, verduras y legumbres Cus-cus de cordero: cordero y siete verduras y legumbres Cus-cus de pollo Cus-cus de al-Andalus o andalusí Cus-cus de verduras Cus-cus de pescado Cus-cus de marisco Cus-cus Saykout Cus-cus dulce Tajine: El tajine es un plato compuesto de carne de cordero, buey o pescado, asado en una cazuela de barro con verduras, legumbres, almendras, y ciruelas, y adobado con canela o azafrán. Kefta: Se parecen a albóndigas de carne picada. Touajen: Es un estofado de cordero (o pollo) en escabeche. Su variante con pescado se llama "hout". Djaja Mahamara: Es la carne de pollo estofada con almendras, pasas y sémola. Méchoui: Cordero entero, asado a las brasas. Pastilla: masa de hojaldre rellena de carne de pichón con especias, entre las cuales predomina la canela. Hariha: Es una sopa rica, una empanada dulce con carne de paloma hecho con capas de masa escamosa espesa. Los inmigrantes marroquíes en España están algo menos integrados -el fenómeno es también más reciente- que en el resto de Europa, pero se sienten, sin embargo, menos rechazados que en otros países europeos como Holanda o Italia. Son, en mayor proporción, varones y de origen rural. En Europa hay unos 3,5 millones de inmigrantes marroquíes de los que aproximadamente el 20% residen en España. Constituyen la segunda comunidad extranjera después de los rumanos. A los 748.953 marroquíes instalados legalmente en España -sobre todo en Cataluña, Madrid, Valencia, Murcia y Almería- hay que añadir varias decenas de miles que están empadronados, pero no poseen permiso de trabajo ni de residencia. Unos 64.000 marroquíes han adquirido además la nacionalidad española en los últimos años. Constituyen, una inmigración reciente y son además de origen rural. Uno de cada tres posee tierras en su país. Trabajan como obreros (40%) y tienen la sensación de estar en una situación de "gran precariedad". No en balde el 61% ha estado en paro en algún momento. El 32% habla esporádicamente en casa el castellano o catalán -el uso del idioma del país de residencia asciende al 64% en Europa-, pero el grueso de las conversaciones familiares se desarrollan en árabe dialectal. Sus relaciones personales son endogámicas: el 75% frecuenta casi exclusivamente a marroquíes. En Europa ese porcentaje cae al 62%. Muestran también un menor interés por la vida política -el 59% no la sigue- que sus compatriotas en el resto del Viejo Continente. La práctica religiosa de la inmigración marroquí en España -el 55% frecuenta la mezquita con asiduidad- es seis puntos más alta que la media europea. El 53% se queja de que no hay bastantes templos y el 46% de que no son lo suficientemente grandes. Uno de cada tres sigue también programas religiosos en las televisiones árabes. Pero el 45% -un porcentaje sin parangón en Europa- sostiene que a los musulmanes les es más fácil practicar su religión en España que al resto de la población. Pese a la religiosidad de sus padres, el 70% de los menores marroquíes no acude a clases islam y el 71% ni siquiera participa en actividades organizadas por mezquitas o asociaciones religiosas. El 66% tampoco estudia el árabe. Marruecos es el país peor valorado a ojos de la opinión pública, pero el 64% de los marroquíes afincados en España creen, no obstante, que los españoles tienen "buena imagen" de su país. El 44% afirma incluso que en su país de acogida la inmigración marroquí goza también de buena imagen. Esa percepción halagüeña que atribuyen a los españoles se resquebraja cuando se pregunta a los inmigrantes si se les discrimina a la hora de acceder a un empleo (el 80% responde positivamente) o de encontrar una vivienda (el 67% afirma que sí). La arbitrariedad desaparece cuando se trata de recibir asistencia médica -el 37% opina incluso que le resulta más fácil que a los españoles- o de seguir una formación profesional. La mitad de los marroquíes residentes en España aseguran que mantienen con sus remesas a familiares en Marruecos, el 69% confía jubilarse en su país de origen -la media en Europa es del 52%-, pero el 58% tiene la intención de solicitar antes la nacionalidad española. Con relación a su propio país el 73% sostiene que la evolución económica ha sido positiva y un 52% afirma lo mismo a propósito de los derechos humanos. 3.4-Gastronomía típica de Ecuador. Estamos ante una gastronomía muy variada, esto se debe a que dentro del país se encuentran cuatro regiones naturales (costa, Andes, amazonia e insular) las cuales tienen diferentes costumbres y tradiciones. La cocina ecuatoriana hace un mestizaje de lo autóctono con el aporte de la herencia española. La influencia indígena es muy evidente en el aporte de alimentos básicos como las papas, el maíz y los frijoles. De la herencia española destaca el chivo (cabra) que es uno de los platos típicos de la cultura ecuatoriana. En base a las regiones naturales del país se subdividen los diferentes platos típicos e ingredientes principales. Esta cocina es una mezcla entre tradición de sus antiguos pobladores y las culturas que con el paso del tiempo han ido haciéndose un hueco en el territorio de este país. La gastronomía ecuatoriana se caracteriza por platos muy ricos en especies, tales como; cilantro laurel, aji, canela, albahaca, orégano.. Platos típicos: -Fritada: se sirven como segundos platos y se pueden acompañar también de mote, chifles, cebolla encurtida y maíz tostado, o cualquier otra variante que se les ocurra -Quimbolito: una especie de pasteles típicos de Ecuador y del sur de Colombia que destacan por su sabor y por el hecho de cocinarse al vapor -Pan de yuca: se puede servir como entrante y se puede preparar la masa y los panes hasta el día anterior y hornear justo antes de servir. Se hace con harina de yuca, también conocida como harina de tapioca. En Ecuador se encuentran muchos lugares que sirven el pan de yuca con bebida de yogur -Guatita: plato típico a base de mondongo, también conocido como librillo, estomago o panza de res. Se cocina con papas con una rica salsa de maní o cacahuetes. También decir que es conocido como un remedio contra la resaca -Humitas de choclo: esta hecho con mazorca de maíz, son similares a los tamales, pero en vez de ser preparados con maíz seco, las humitas se preparan con maíz tierno. Es un plato típico de la sierra y se sirve con el café de la tarde o para el desayuno. -Arroz de guayaco: es un plato principal, hecho a base de arroz y mariscos variados, como por ejemplo, mejillones, almejas o camarones -Sancocho: es una sopa tradicional típica de diversos países de América latina, como Colombia y Ecuador. Es un caldo espeso o sopa a base de yuca, al cual se agrega alguna carne (por ejemplo; pollo, res...) según la carne que escogíamos, esto le dará nombre al sancocho (por ejemplo al sancocho preparado con carne de res, se le llama “sancocho de res” o “ entero” -Ceviche de camarones: es una sopa espesa de camarones que se suele acompañar con pan, maíz tostado u arroz blanco. También tenemos que hacer alusión a los postres. Su diversidad de climas le da una amplia variedad de frutas, destacando las tropicales, como: plátano, banana, coco, mango... De entre los postres más típicos hacemos alusión a: paqueque, las tortas, los morochos o el dulce tres leches que vemos a continuación. -Dulce tres leches: es una especie de bizcocho de vainilla bañado en crema de chantilly de vainilla, chocolate o naranja. Debemos hacer también alusión a las bebidas típicas de Ecuador. Destaca sobre manera la chicha, que es la bebida tradicional más famosa ecuatoriana. Es una bebida alcohólica que se obtiene fermentando el maíz. Del zumo del maguey se obtiene una bebida alcohólica llamada Chuguarmishqui. Por ultimo, me gustaría hacer alusión al proceso de socialización e integración de los ecuatorianos en España. Pienso que es una adaptación muy buena, ya que no nos encontramos con la barrera del idioma como en el caso de los chinos, por ejemplo. Del mismo modo, en su país de origen hay también rasgos españoles como hemos podido apreciar en su rica y variada gastronomía. Y pensamos que el cruce de culturas propicia una riqueza de ambos países, España por un lado y Ecuador por otro. Cada vez el porcentaje de ecuatorianos en España es más alto 4. ANÁLISIS Y CONCLUSIONES. (INDIVIDUALES Y DE GRUPO) En cuanto a los adolescentes de primera generación que tienen que sumar a sus problemas de encontrar su identidad, el problema de encontrarse con una nueva cultura. Es primordial para ellos mantenerse en un clima de afectos familiares y, además, en la socialización secundaria sentirse aceptado y respetados por los otros. Por eso las sociedades de acogida deben creer en el enriquecimiento que le supone la diversidad y el mestizaje. Los aspectos culinarios del numeroso grupo de rumanos existente en nuestro país no representan unas diferencias substanciales con respecto al arte culinario español, al fin y al cabo todos somos de cultura mediterránea. En cuanto a la gastronomía china, sí que existen muchas diferencias, he encontrado como núcleo de unión los “rollitos de primavera”, pero debe de haber más. Se me ocurre ahora, en cuanto a productos de esa procedencia: las naranjas mandarinas. No obstante, se observa que los restaurantes chinos, han adaptado, con mucha frecuencia, recetas tradicionales suya, a los productos, ingredientes y especias que encuentran en este país. Los aspectos culinarios marroquíes, en nuestro país tiene muchas diferencias, pero he encontrado un núcleo de unión “el cus-cus’’, pero puede haber más. En muchas partes de nuestro país se observa tiendas marroquíes e incluso restaurantes de comida marroquí. De lo primero no hay mucho que decir, de los segundo es que han adaptado a sus recetas productos, ingredientes y especias de nuestro país. En la gastronomía ecuatoriana encontramos rasgos culturales llevadas a Ecuador por los españoles desde el descubrimiento, mezcladas con la gastronomía indígena. El ecuatoriano/a inmigrante no tiene especiales problemas de adaptabilidad, favorecido por el mismo idioma, que ha sido y es el vínculo que nos une. Conclusión conjunta: Creemos que en la actual inmigración que está viniendo a España, no ha pasado todavía suficiente tiempo, como para que podamos hablar de segundas, terceras o cuartas generaciones, donde ya podríamos saber si nuestra cultura, que es la dominante, ha conseguido que las otras culturas se adapten a ellas, o por el contrario, cada una sigue manteniendo sus caracteres propios, como ha ocurrido con la etnia gitana, que después de un milenio en nuestra geografía, siguen manteniendo rasgos de su cultura, como puede ser el rito de las bodas gitanas, el flamenco y algunas palabras del caló, se han introducida en nuestro vocabulario: “camelar”, “gachí”, etc. Por otra parte, creemos que nuestra cultura tiene que hacer un esfuerzo, no para atraer hacia sí las culturas diferentes, sino para comprender esa diferencia como enriquecedora. Evitando cualquier brote de xenofobia que pueda aparecer en grupúsculos muy minoritarios, tanto de la población autóctona como de procedencia migratoria. Tradicionalmente España ha sido tierra que ha sabido convivir con diferentes culturas. Hubo un tiempo en que en España convivieron tres culturas religiosas: la cristiana, la musulmana y la judía. Sin problemas. Hasta que empezaron a haberlos con las expulsión de los judíos y la lucha contra el musulmán. No repitamos la historia. Por otra parte, muchos españoles, recordarán como en la década de los 60 del pasado siglo, fueron ellos inmigrantes en tierras de Francia, Alemania, Suiza… Reconozcamos al inmigrante como ser humano, igual que nosotros, respetemos su cultura, tratemos de comprendernos, que esa comprensión mutua será enriquecedora para todos. 6. BIBLIOGRAFÍA Y Webgrafía: Chambers, Iain (1994) Migración, cultura, identidad. Buenos Aires, Amorrortu editores Crecer en el cruce de culturas: adolescencia, identidad e inmigración pilar medina bravo Universitat Ramon Llull www.inforumania.com/gastronomia www.monografías.com/trabajos13/cultchin.shtml#ALIM http://marrakech.costasur.com/es/plats_tipiques.html http://www.elpais.com/articulo/espana/inmigrantes/marroquies/Espana/estan/integrados/resto/Europa/elpepuesp/20090716elpepunac_16/Tes www.enbuenasmanos.com www.mural.uv.es

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